Hey, soy Alver, aprendí a tocar la guitarra a los 11 años de oído. Escuchar y tratar de imitar mis canciones favoritas del Rock fue prácticamente mi adolescencia.
Desde entonces, me he convertido en un obsesionado del tono.
A los 14 años empecé a tocar en bandas en Venezuela, Estados Unidos y ahora en España. Durante esos casi 20 años me he obsesionado por entender cómo ciertos tonos de guitarra pueden hacerte sentir ternura, melancolía, alegría, tristeza o ira.
Esto me llevó a prestar atención a los ingredientes del tono, la saturación, la ecualización, el volumen, la compresión, el altavoz, y la influencia de cada uno de ellos sobre el audio de tu guitarra.
A medida que iba entendiendo más cómo mezclar estos ingredientes empecé a conseguir esos tonos que tanto había buscado y apareció una nueva variable que desconocía: “la inspiración”.
Cuando escuchas el tono correcto se produce una explosión química en todo tu cuerpo que te posee y te permite tocar las notas sin esfuerzo, transmitiendo la emoción y el éxtasis del momento.
Yo solo quería poder tener esa sensación cada vez que tocara la guitarra, no sólo cuando ciertas circunstancias estuvieran presentes. La conclusión de mi investigación fue que el elemento que es capaz de controlar todas esas variables es el amplificador. Por esa razón he dedicado los últimos 8 años a diseñar amplificadores que te transporten a esa zona de éxtasis independientemente del volumen y de las otras variables. Disfruta el tono que sueñas.